Ira femenina

Ira capaz de incendiar océanos
que ha vivido ardiendo
al fuego de la comida
preparada a tiempo

como corresponde

ira cocinada
con palabras calladas
tiradas a la olla
antes de que
se nos escaparan
de la boca

y nos pegaran
nos mataran
o nos dejaran

ira prendida fuego
tanto frotar
los muebles
de un hogar
brillante
para él

ira rumiada a la luz de la vela
de ver camisas manchadas
con otro labial
e ir al lavadero
nuestro lugar en el mundo
y ayudar con
nuestras lágrimas
a enjuagarlas mejor

ira hecha de insomnio de

que nos dejaran con el hijo en el vientre
que nos dejaran con el hijo nacido
que nos dejaran

ira creada con el miedo
de no darles un padre
a nuestros hijos

ira nacida del terror
a sus palabras
ahora no es el momento
lo mejor es el aborto

ira por no poder decir 

yo quiero
yo deseo
y que eso valga
en algún lugar del mundo

ira amasada
con las últimas pizcas de harina
rogadas
haciendo malabares
para que no se note
que no disponíamos del dinero
pero sí de muchos recursos
para disimularlo

ira maridada con complacencia
aún sin deseo
con manipulación
engaños
y triquiñuelas
para que todo permanezca
para que nada se altere

ira condimentada con humillación
por apagar nuestro propio valor
no vaya a ser que
cuidadito

ira horneada a fuego lento
decorada con sumisión
espolvoreada con desilusión
mientras tarareamos
canciones de amor
que una vez

ira jugada a pleno
a seguir
por los siglos de los siglos
repitiendo lo aprendido
interpretando esos papeles
secundarios
y terciarios
hasta que la muerte
nos consuma
de tanto silencio
tragado a contraviento

varones
los quiero

hasta me gustan
todavía

pero
los deseo
de igual
a igual

esa otra historia terminó

fin.

©Silvia Iglesias